El árbitro y un mal día inesperado decidieron el partido
Nunca se pierde un partido por una sola causa. Por ejemplo, ayer en el Sánchez Puzjuan el Sevilla jugó muy por debajo de sus posibilidades: mediocampo con poco oxígeno, poca creatividad, juego en las manos del adversario. Esto era suficiente para ir bajo el agua con un Barcelona que parecía muy lejos de estar en crisis, incluso […]