¿Después de Ucrania, la guerra se trasladará al Báltico? Es probable, según los analistas internacionales, que ya saben dónde. Hay una isla sueca estratégica al sur de Estocolmo, frente al enclave ruso de Kaliningrado (a 300 kilómetros de distancia, donde se concentra gran parte del arsenal nuclear de Putin) y Letonia.
Su nombre es Gotland y el que lo hizo controla toda la región. En términos puramente comerciales, como están haciendo los suecos, o no, en el caso de un ataque por parte de los rusos que así tendrían a su disposición la zona y amenazarían de cerca a Estonia, Letonia y Lituania. Es un escenario que podría hacerse realidad tras la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN.
Gotland, hasta hoy un centro turístico de excelencia, tiene en realidad un pasado “movido”: base estratégica durante la Guerra Fría y ya ha sufrido un ataque ruso en el siglo XIX. Putin podría querer asustar a Occidente, más de lo que ya lo ha hecho, y Gotland sería perfecta para defender los diseños imperiales del número uno del Kremlin, tanto por el alarmismo del conflicto como por el control del tráfico comercial del Báltico (15% del total mundial en los mares). Y al colocar misiles en Gotland, Europa quedaría paralizada. Pero para entonces ya habría estallado la Tercera Guerra Mundial.
