Los Nochnye Volki hacen un poco de todo. Los primeros “bikers” rusos, activos desde hace treinta años, abren filiales en todo el mundo. Por eso son un instrumento de propaganda de Putin (alguien los ha llamado los “Ángeles” del dictador), su gran amigo, y por eso, como anunció el Financial Times, estáran en la lista negra de la UE por haber apoyado la invasión a Ucrania.
Los Lobos de la Noche son ahora un negocio más que una ideología (mejor olvidar lo que piensan: antifemministas y antigay): conciertos, salones de tatuajes, convenciones, tiendas de motores precisamente. Como han recuerdado en el pasado algunos medios, Ramzan Kadyrov, el feroz número uno checheno, se unió al grupo hace ocho años.
Tanto en 2014 con la ocupación de Crimea como ahora en Ucrania tomaron parte activa en la guerra. No dejan de vincular el poder político de Putin con el poder religioso de la Iglesia ortodoxa (el patriarca Kirill es un fiel aliado del presidente ruso) con peregrinaciones similares a lo largo de los lugares de la fe del país. Con el dinero que reciben del Kremlin, natural, como informa el medio inglés, ponerlos fuera de juego.
