En 87129 han asistido a Wembley a la final de la Eurocopa femenina de fútbol, signo del interés por una oferta deportiva hasta ayer ignorada. Todavía no al nivel técnico de los hombres – pero hay que jurarlo, pronto serán igualmente competitivas – las atletas inglesas han conquistado el título contra las alemanas, que de ocho finales habían ganado ocho y esta vez perdieron.
Algunas de las mejores jugadoras son fuera de serie (no quedarían mal en una Liga o en una Serie A): un excelente nivel técnico ha permitido al público acercarse al fútbol femenino (la audiencia de televisión ha sido sorprendente). La misma Reina quiso unirse al júbilo de los ingleses (que con la Italia de Mancini hace un año habían perdido aquí su Europeo, el masculino): “Vuestra victoria será fuente de inspiración para las muchachas y las mujeres de hoy y para las futuras generaciones”.
Las heroínas de la final fueron Ella Toone, delantera del Manchester United, que anotó la ventaja, luego anulada por la alemana Lina Magull, y Chloe Kelly, propiedad del City, de 24 años, que en la prórroga firmó el gol decisivo.