Trump también se mete en el mercado funerario. Lo había pensado hace tiempo cuando vio espacios para construir un cementerio con miles de puestos, lugares para vender a un precio de oro para los seguidores del magnate americano que así podrá estar con sus fans incluso después de su vida. Pues bien, como revela el think tank de periodismo independiente “ProPublica”, esta vez el ex Presidente de los Estados Unidos, después de la muerte de su ex consorte Ivana (fallecida a los 73 años por una caída) y luego enterrada en Hackettstow, ha pensado en aprovechar la ley de Nueva Jersey para cerrar – se puede – la exención de impuestos para esos terrenos.
Ivana, madre de los hijos de Trump, Donald, Ivanka y Eric, le haría el último favor. Hace apenas cinco años el tycoon había declarado que sus planes eran construir un cementerio “con vistas al primer hoyo del campo de golf”, pero solo para los miembros más cercanos de la familia.
