Dos hermanos que salieron de la nada, o más bien de Indonesia, donde comercian con tabaco, han reescrito las jerarquías del fútbol italiano. Los Hartono están entre las 100 familias más ricas del planeta: Budi es el número 64 y Bambang ocupa el puesto 69. Miran hacia abajo, por poner un ejemplo, Silvio Berlusconi (hoy en Monza, durante mucho tiempo presidente del Milan), que ocupa más del puesto 300.
Quiero decir, los Hartono podrían fácilmente vivir de la renta. Y en cambio eligieron la aventura más extraña de todas: compraron el Como hace tres años. El club lariano languidecía en una humillante serie D. Los hermanos la llevaron a B y esta vez no envían mensajes demasiado cifrados a las grandes. De hecho, acaban de contratar a Cesc Fabregas, hoy en la puesta de sol o casi, pero siempre uno de los mejores centrocampistas del mundo.
Caza de la serie A, entonces, después de veinte años de ausencia: no es matemático, pero alguien comienza a preocuparse porque los Hartono si quieren se lo compran todo. Hasta ahora han actuado casi en la oscuridad, sin mucha cobertura mediática, pero en la caja fuerte de Sent Entertainment Limited, nunca se sabe lo que hay. Para los aficionados de la localidad junto al lago, cerca de Milán, fue una agradable sorpresa. Incluso sin grandes nombres, por ahora, aparte del español Fabregas.
