Los consumidores alemanes ya saben que gastarán de 300 a 1000 euros más al año en energía. Pero lo que está más cerca de lo que se cree es el racionamiento. Lo dijo sin rodeos el jefe de la Agencia Federal competente, Klaus Muller, quien subrayó que parte de las producciones probablemente se transferirán al extranjero.
El gas ruso representaba el 60% del consumo y, para hacer frente a los inevitables problemas de falta de abastecimiento, Alemania reabrió las centrales de carbón, y las centrales nucleares, que debían cerrarse, probablemente seguirán funcionando. No estamos en pánico, pero casi. “Tenemos recursos para dos meses y medio”, dijo Muller.
La construcción del nuevo gasoducto entre España y Francia que utilizaría los regasificadores españoles es ahora una prioridad. Se puede hacer, al menos según los expertos, en menos de un año. El ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, ha pedido a la UE que exima a los consumidores alemanes del IVA sobre el impuesto estatal “caro energético” que deberán pagar.