Si las facturas cuestan el triple, algunos hoteleros de Rimini, perla turística en el Adriático italiano, están pensando en descargar parte del coste a los clientes. Una propuesta impactante que ha dado la vuelta a Italia y ha creado polémicas. “Impensable, se dañaría la calidad de la oferta turística. ¿Hemos vuelto a los tiempos en que se tenía que pagar el mando a distancia por la televisión?” ha sido la reacción de las asociaciones profesionales.
Pero las soluciones son pocas y los hoteles, al menos parte de las estructuras, son viejos. Si no se pueden aumentar los precios de las habitaciones, la única solución es una política de ajustes por parte del Gobierno. Que tendrá que haber. Una declaración de la familia Pazzini, titular de dos hoteles de Rímini, Gioia y Confort, ha desencadenado las opiniones: “Estamos pensando en poner el aire acondicionado de pago a partir del próximo año: algunos euros al día para quien la quiere para cubrir lo que es el coste para nosotros”.