Kiev está en llamas. La capital ucraniana ha sido bombardeada como represalia rusa al atentado del puente Kerch. El balance es de catorce muertos y un centenar de heridos, todos civiles. Bombas que han caído por todas partes, en las calles principales de los barrios de Shevchenkiv y Solomyan, en los palacios, incluso en un parque infantil. El metro está parado, las calles cerradas al tráfico.
El último ataque ruso al centro de la ciudad data del 26 de junio. “Están tratando de destruirnos y borrarnos de la faz de la tierra” tuiteó el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. “Destruye a nuestra gente que duerme en casa en Zaporizhzhia. Mata a las personas que van a trabajar a Dnipro y Kiev. La alarma aérea no se detiene en toda Ucrania. Hay misiles que golpean. Desafortunadamente, hay muertos y heridos. Por favor, no deje los refugios. Cuide de usted y de sus seres queridos. Nos mantenemos firmes y nos hacemos fuertes”.
Zelensky continuó: “Decenas de misiles, shahid iraníes. El objetivo son las estructuras energéticas del país. En las regiones de Kiev y Khmelnytsky, Lviv y Dnipro, Vinnytsia, regiones de Frankiv, Zaporizhzhzhia, Sumy, Kharkiv, Zhytormyr, Kirovohrad, el Sur. Quieren pánico y caos, quieren destruir nuestro sistema energético. El segundo objetivo son las personas: la hora y el lugar de los ataques fueron elegidos para causar el mayor daño posible. Pero Ucrania estaba aquí antes de que apareciera el enemigo, estará aquí después de él”.
Es pronto para saber si habrá una respuesta rápida y sobre todo internacional al ataque de Moscú, que antes de lanzar las bombas definió el ataque al puente como “terrorismo obra de los servicios ucranianos”. Europa también se ha puesto en contacto con ustedes con las palabras de la Presidenta del Parlamento, Roberta Metsola: “Lo que está sucediendo ahora en Kiev es nauseabundo. Muestre al mundo, una vez más, el régimen al que nos enfrentamos: un régimen que apunta indiscriminadamente. Un régimen que hace llover terror y muerte sobre los niños. Esto es criminal. Serán llamados a responder. Ucrania ganará. Europa no apartará la mirada”.
Pero no solo Kiev se ve afectada por los misiles rusos. Lviv y Odessa también fueron bombardeadas, como Dnipro y Ternopil. Particularmente significativo el ataque a Lviv: una clara advertencia a Occidente. Pekín se ha hecho sentir de inmediato: quiere el diálogo.
No está sola, todos invocan la des-escalada. También el Papa: “Momentos difíciles para la humanidad, está en gran peligro. Por eso os digo: sed artesanos de paz a vuestro alrededor y dentro de vosotros; embajadores de paz, para que el mundo redescubra la belleza del amor, del vivir juntos, de la fraternidad, de la solidaridad”.