Un Brasil dividido por la mitad celebró el regreso a la Presidencia del líder de la izquierda, Luiz Inácio Lula da Silva. Tercer mandato no consecutivo después de ganar la segunda vuelta contra el actual regente, Jair Bolsonaro: 50,83% para Lula contra 49,17% para el ahora ex presidente, una minucia en un país tan grande.
A los 77 años el promotor de campañas populares como la de “Bolsa Familia” durante sus mandatos vuelve y cambia radicalmente las políticas sociales. Lula, que fue obrero y no tiene un diploma universitario, nació en Caetes, en el estado de Pernambuco, de una familia muy pobre. En 1980, después de haber sido jefe del sindicato de los obreros del acero, fundó el Partido de los Trabajadores (también forma parte de él otra presidenta, Dilma Rousseff).
Ser un icono de los más desfavorecidos no ha provocado en Lula escándalos y procesos, con la sombra de la corrupción en sus acciones. Fue condenado dos veces y cumplió un año y medio de prisión entre 2018 y el 19.
