Al final no aguantó, al menos esa es la versión oficial. Javier Biosca, el sospechoso número uno por la supuesta estafa de criptomonedas del grupo Algoritmhmics (hablamos de unos 500 millones de euros), se lanzó desde el quinto piso de un edificio de apartamentos en Estepona. Estaba en libertad condicional después de pagar un millón de euros de fianza.
Desde hace tres años, Biosca ha atraído el interés de más de setecientos inversores interesados en las altas tasas de interés proporcionadas por las criptomonedas. Una estafa que están investigando los jueces españoles. Varias organizaciones criminales involucradas en el crack habían amenazado al joven, según su abogado. Es por eso que pidió una autopsia: la versión oficial del suicidio puede no ser la única verdad. Biosca había salido de la cárcel el 29 de junio pasado gracias a la fianza.