Si los italianos tienen poco interés en el Mundial por la segunda ausencia consecutiva de su selección, Alemania no brilla por su atención. No es a causa de la Mannschaft que hasta ahora solo ha conseguido un empate con España y una dolorosa derrota con Japón (se jugará todo en el partido con Costa Rica, esperando que los hombres de Luis Enrique derroten a los nipones según lo pronosticado). El verdadero motivo son los derechos.
La selección alemana ya ha protestado en el campo, cubriéndose la boca en un gesto espectacular que ha dado la vuelta al mundo. Los alemanes en su patria, decepcionados por la decisión de la FIFA de hacer disputar un Mundial en un país considerado no liberal, prefieren en estas semanas ir a la presentación de un libro o a una exposición de arte. El torneo más popular de todos no lo siguen ni siquiera los pubs, que decidieron en gran número no emitir los partidos. La gran afición del Borussia Dortmund invitó a los seguidores a boicotear el evento.
El ministro del Interior alemán, Nancy Faeser, en protesta ha llevado en el último partido de la Mannschaft la famosa banda “One love”, la que lucha contra todo tipo de discriminación. ” Apoyo a los jugadores en cualquier elección, pero ahora es el momento de manifestar su desacuerdo con aquellos que piensan que no todos somos iguales”, señaló. Y la Federación Alemana de Fútbol añadió que “los derechos humanos no son negociables”.
