Todavía no estamos en el objetivo del 80% para 2030 (una proyección muy ambiciosa, quizás demasiado), pero también gracias a las favorables condiciones climáticas de este año, con fuertes vientos y un verano soleado, Alemania cubrió en 2022 el 47% del consumo eléctrico a través de fuentes renovables. Es un 5% más que en 2021. Los datos del Centro de Energía Solar e Investigación Hidráulica de Baden-Württemberg (ZSW) y de la Asociación Federal de Gestión de Energía y Agua (BDEW) lo dicen.
Alemania ya ha anunciado, a través de la creación de cinco plantas de regasificación en el Mar del Norte, que también apuesta por el gas como fuente de energía para las próximas décadas. El acuerdo recientemente firmado con Qatar para la importación de dos millones de toneladas de GNL tendrá una duración de 15 años. La elección de una combinación gas-renovable se implementó desde la guerra, pero Alemania ya había abandonado el carbón y la energía nuclear.