El Pibe podría haber sido salvado. Tan precario y frágil, después de haber sido operado para extirpar un hematoma subdural en el cerebro, tenía que ser tratado mejor. Los jueces argentinos que se ocupan del caso suponen que el campeon murió por negligencia del personal médico que le seguía y han decidido la remisión a juicio del neurocirujano y médico personal de Diego Maradona, Leopoldo Luque, y la psiquiatra Agustina Cosachov, además del psicólogo Carlos Ángel Díaz, los coordinadores de enfermería Nancy Edith Forlini y Mariano Ariel Perroni, las enfermeras Ricardo Omar Almirón y Dahiana Gisela Madrid y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna.
Tendrán que responder de “homicidio con posible dolo” y explicar lo que sucedió ese 25 de noviembre de 2020 y los días antes de la muerte de Diego causada por un “edema pulmonar agudo causado por una insuficiencia cardíaca crónica”.