El World Happiness Report, el índice de la felicidad en el mundo, probablemente solo sirve para quien lo fabrica. “No niego nada, pero lo dudo todo” escribió Lord Byron y podríamos añadir: también los parámetros utilizados por el Informe para elaborar la clasificación especial. Sobre todo dos datos desafinados. El 91% de los chinos son felices. Y lo es el 85% de los saudíes. Entonces, ¿la felicidad va de la mano con la ausencia de libertad?
Y el podio tampoco nos convence. Finlandia es, por sexta vez consecutiva, por lo que no puede haber errores de cálculo, el país más feliz del mundo. En segundo lugar, Dinamarca e Islandia. Países en los que, además de un sistema de bienestar claramente adaptado a las necesidades de los ciudadanos, la tasa de suicidios es más alta en otras partes del mundo (Finlandia ocupa el puesto 24).
Aunque las perspectivas de desarrollo sostenible son altas, nada importa más que la vida… y la felicidad. Del sol y de la sociedad que tenemos (a pesar del 30º lugar de España y el 31º de Italia). Prueba de ello es que los finlandeses, daneses e islandeses esperan pasar las vacaciones en el sur de Europa.