Entre “eros y política”, “Tengo miedo torero” es la historia de la improbable pasión (pero muy cierta) entre Carlos, un estudiante militante del Frente Patriótico y “El hada de la esquina”, un cantante disfrazado. Ambientada en la Santiago de 1986, año del atentado contra el dictador Augusto Pinochet, Lino Guanciale y Francesco Centorame ponen en escena una comedia escrita por Lemebel, una de las voces radiofónicas más populares del país.
Un texto que tiene su lado político: “El teatro que me gusta hacer es un teatro político, pero también un teatro sabio en las elecciones. Sobre la necesidad de la democracia como modelo a defender hoy más que nunca, no se reivindican deslizamientos autocráticos en nuestro país, donde quien ha ganado las elecciones las ha vencido en perfecta legitimidad, haciendo las propias elecciones que obviamente, no siempre son agradables para aquellos que piensan de manera diferente, como yo”, señaló en una reciente entrevista al periodico “Avvenire” el popular actor.
Guanciale quiso fuertemente la obra después de leer el libro del polemista y escritor chileno (regalado casi por casualidad por su esposa, apasionada por la literatura sudamericana) y su actualidad disruptiva. “La recapitulación histórica es la que me interesa, pero para advertir del riesgo de subestimar la importancia que tiene en la vida de cada día tener memoria. Estoy convencido de que no existe una verdadera y eficaz posibilidad de hacer educación relacional, afectiva y emocional, si no se pasa también por un camino de conciencia política. Como ves el mundo, dice también a quién debes respetar. Es un tema importante frente a los horrendos hechos de crónica que presenciamos”.