La Pesaro por descubrir de Margherita Mazzoli

El objetivo es viajar. Desde Ungaretti hasta Bruce Chatwin, desde poetas hasta exploradores de territorios y almas, muchos han acordado que cada viaje vale, en primer lugar, por la única salida. Es el estado de ánimo al que nos acercamos hojeando la nueva guía de la ciudad, escrita e ilustrada por la inspirada Margherita Mazzoli, quien ha redescubierto todo lo bello que tenemos a nuestro lado.

“Pesaro toda por descubrir” es un libro pensado para los más pequeños, pero, leyéndolo, son los adultos los que se dan cuenta de lo que no saben, o han olvidado, de la ciudad en la que viven. Desde la Piazza del Popolo y el Palacio Ducal hasta el Conservatorio y los mosaicos de la Catedral, “cada rincón tiene su por qué. La altura de los edificios, los colores, los materiales, las formas constituyen los datos de su tarjeta de identidad… Cuando seas un adulto, recorrerás esas calles y las casas y los monumentos te parecerán más pequeños. Siempre serán los mismos, pero serás tú el que haya crecido”, escribe en el prólogo Giorgio Tornati, ex alcalde de Pesaro y promotor del proyecto con su Biblioteca Difundida.

Cuatro son los pesareses ilustres que nos acompañan en el viaje de la Mazzoli: la marquesa Vittoria Toschi Mosca, la patrona pariente de Giacomo Leopardi que hizo mucho por el arte, el extraño poeta Osvaldo Giansanti llamado Pasqualon, la revolucionaria Sara Levi Nathan, amiga de Mazzini y Garibaldi, el célebre compositor Gioachino Rossini, que quizás más que cualquier otro dio una forma y un futuro a esta ciudad.

Para descubrir los secretos de la antigua Pisaurum se necesita también un espíritu “curioso”, como recita el subtítulo de la obra de Mazzoli. Italo Calvino en su “Las ciudades invisibles” ve en la memoria y el deseo, en el nombre y los muertos, en los signos y en los intercambios, las claves para acceder al verdadero conocimiento. Se lee: “Las ciudades también creen que son obra de la mente o del azar, pero ni una ni otra bastan para mantener sobre sus muros. De una ciudad no disfrutes las siete o setenta y siete maravillas, sino la respuesta que da a tu pregunta”. Esto buscaremos en la obra recién editada.

“Hemos pensado el libro de manera sencilla, porque las cosas simples son las más directas” dice la autora que, entre muchos méritos, pone fin a un vulnus: hasta hoy no había una guía de Pesaro. “Todavía nos gusta el lápiz y la acuarela”, añade. Palabras de oro que subrayan lo delicado y humilde que debe ser el enfoque a una ciudad que quiere revelarse.

Share:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn
On Key

Related Posts