Entidades misteriosas que se mueven muy rápido sobre nosotros “sin una aparente fuente de propulsión”. La Inteligencia Nacional de los Estados Unidos lo ha admitido: los ovnis existen, pero no nos puede decir mucho más. Los últimos 17 años de estudios, envueltos en un documento, no nos provocarán más fantasías porque de los 143 avistamientos admitidos por los americanos sabemos muy poco. Por ejemplo, estos objetos misteriosos tienen una potencia tecnológica desconocida y mucho más avanzada tal vez. La señal de que algo podría existir es que los americanos hablan en el documento, muy vagamente cierto, de “extraterrestres”. Los echan, pero no saben nada.
Habrá que estudiar más, sugieren los medios americanos, que no entienden cómo se pueden conocer hoy los ovnis de la misma manera que hace cuarenta años, es decir, poco. Ni los “visionarios” como Elon Musk podrán ahora aportar nuevas pruebas o evidencias más estrechas. En resumen, nos quedamos en naves triangulares llenas de luz: “objetos no fácilmente reconocibles”que sólo hacen quedar mal al gobierno de los Estados Unidos.
