La diplomacia está trabajando en esta incómoda cuestión. Sí, porque Marruecos cree que la mitad de los ingresos de la Alhambra, el complejo monumental de Granada que todo el mundo conoce, le pertenecen. Después de dos cálculos, las entradas son considerables, en torno a los 450 millones de euros anuales que aportan más de 3 millones de turistas. Desde los tiempos de Boabdil, el último rey musulmán, Marruecos tiene un bonito detalle para la Alhambra, pero no se ha ido más allá del posible reconocimiento, por parte del Gobierno español (cuestión antigua y olvidada) que un representante marroquí podría también formar parte del Patronato del monumento.
Aquí mismo en Granada, como cuenta ABC, estudió medicina el padre de la actual embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich. Fadel, este es el nombre del ilustre padre que fue asesinado en un intento de golpe de estado en 1971, se encontró tan bien en Andalucia que, además de encontrar a la mujer de su vida, se apasionaba por el flamenco, lo suficiente para estar siempre presente en Peña La Platería, que está en el Albaicin. Su esposa granadina sigue siendo famosa en Granada por ser una benefactora activa de las personas más desafortunadas.