Una victoria bien merecida. Sin embargo, hay que agradecer a un gran Unai Simon que ha neutralizado los penaltis más importantes de su carrera y ha llevado a España a las semifinales de Eurocopa. ¿Cómo podría acabar con un equipo sólido, tácticamente impecable y unido como Suiza? No por nada había eliminado en el turno anterior a los campeones del mundo de Francia. A los rigores, que era lo que esperaba la formación suiza después de la expulsión directa, a veinte minutos del final de los tiempos reglamentarios, de una de sus columnas de mediocampo, Freuler. A partir de ese momento, incluyendo la prórroga, fue un monólogo español. Un equipo, el de Luis Enrique, que juega bien, está ordenado como quiere su entrenador, pero a veces peca de ligereza, especialmente en defensa.
El gol suizo fue otro clamoroso accidente, después del de Unai Simon contra Croacia por suerte no decisivo, y un equívoco entre los dos centrales Laporte y Pau Torres. El partido hasta la expulsión no fue emocionante. La Roja ha ganado en el primer intento, con el tiro de Jordi Alba desvirtuado clamorosamente por Zakaria: desde entonces la selección ha controlado el partido, pero no ha dado el golpe decisivo. En lo spenaltis Busquets falla inmediatamente el primero (una racha de 6 tiros consecutivos equivocados del disquete, nunca éxito en la historia de la selección española) y Rodri lo imita al tercer rigor. Fortuna Unai Simon que para dos de los tres primeros y uno lo equivoca Vargas. Oyarzabal, en un silencio irreal, lleva a España a Londres a las semifinales
