¿El Alcázar? Ya no será de Sevilla, si sale adelante como parece el proyecto de la Ley del Patrimonio que quiso el Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno. La belleza de la cuestión es que el asunto parece interesar a pocos, especialmente en aquellos que serían los expropiados de la meravilla sevillana, es decir, el Ayuntamiento: un silencio bastante escalofriante del que no se conoce el motivo (o quizás sí: ¿no es el Gobierno de Sánchez quien quiere la ley?). Bien, el Alcázar pasaría de ser Bien de Interes Cultural a Bien de Interes Mundial, por lo que, según la ley que están preparando, su tutela caería en manos del Ministerio.
¿Pero por qué hacerlo? Para “asegurar la comunicacion cultural conforme a la Constitución y coordinar el cumplimento de los compromisos internacionales” se lee en el documento. ¿No le parece una excusa un poco ligera para una expropiación? ¿Quién se lo dice a los sevillanos que el tesoro del Alcázar será en mano de un patronato que dirigirá al ejecutivo? Misterios de la vida.
Se gastan páginas y titulares, polémicas al arma blanca, insultos y tramas, por cuestiones de menor importancia como quién mandaba más entre los socialistas en Andalucia, y se olvidan hechos de vital importancia como este. La medida estatal también afectará a las personas que tengan que trabajar en su propia casa en el centro de la ciudad. Si está cerca de estas alegrías arquitectónicas que Madrid quiere para sí mismo, será necesario evaluar “el impacto patrimonial”. La Junta ya no contaría y para obtener la autorización habrá que escribir al Ministerio.