La gente de la noche continúa sus ritos a pesar de la pandemia. Sólo en el pasado fin de semana han sido mil las personas desalojadas para incumplimentos de las medidad Covid. La Policía Local de Sevilla ha controlado toda la ciudad, desde Alameda hasta Alfalfa, desde Paseo de las Delicias (350 personas desalojadas) hasta el Mercado de las Candelarias (y aquí, incurriendo en las medidas, han sido 450). Algunas actividades se han cerrado directamente: órdenes incumplidas, incumplimiento del horario de cierre y acoso. Es una historia que parece que nunca termina. Sin mencionar el botellón, que la Policía ha interrumpido en una veintena de lugares diferentes. Veintitrés denuncias en total.
Varios municipios andaluces están en riesgo toque de queda: el más famoso (y lleno de turistas) es Puerto Santa María, que tiene una tasa de incidencia superior a lo normal. La medida tiene que ser validada, como sabemos, por los tribunales, pero también los gaditanos Benalup Casas Viejas y Trigueros, cerca de Huelva, los sevillanos Marchena, Tocina, Villaverde del Rio y El Cuervo corren el riesgo, entre otros, de la medida preventiva. Conil y Puerta Umbría, que han sufrido la medida, están ahora por debajo de la cifra que hizo necesario el toque de queda.