Todavía no se sabe si fueron lágrimas reales (más de un aficionado tiene dudas al respecto), pero ya valen un millón de dólares. Son las derramadas por Messi el día de despedida en Barcelona, en la famosa conferencia de prensa en la que se despedía del equipo del corazón, en el que sirvió 17 años, que ya no podía pagarle tanto. En algún momento, el fluoriclasse del fútbol lloró, se secó las lágrimas con un pañuelo y lo tiró. Un anónimo lo recuperó en la papelera y hoy ha fijado un precio para todos los amantes de las lágrimas, verdaderas o falsas.
Una locura? No, porque especifica el vendedor anónimo que en ese cleenex se guardaría el patrimonio genético de Messi, para que el comprador pudiera utilizarlo para clonarlo, quizás llamando a su hijo “La Pulga 2” (el apodo del argentino). Se lee en el anuncio publicado en la web: “Pañuelo con moco de Messi utilizado en la despedida oficial de Barcelona. Contiene material genético adecuado para una clonación futura”. El vendedor asegura que el objeto está en buen estado. Se desencadena la subasta. Sólo 856.000 euros.