(articulo de Maribel Fatou) – El pasado 29 de Julio se cumplieron 40 años de su televisada boda. Una ceremonia que siguieron unos 750 millones de personas en casi 80 países de todo el mundo.
Su cumpleaños fue, el pasado 1 de julio y hoy se conmemora el 24 aniversario de su muerte. Pero ¿quién era Diana de Gales? ¿Víctima o verdugo?
Una tímida muchachita de mirada ingenua y leve inclinación de cabeza que lol único que acrecentaba era aquella importante timidez.
Si, se hace a sí misma, de los estampados liberty pasó a ser la más codiciada por todos los diseñadores de renombre. Valentino, Armani, Chanel. Cambió de peinado y subió considerablemente el largo de su falda con el fin de mostrar sus atléticas rodillas que mantenía machacándose a diario en el gimnasio.
Bajó a su vez su escote convirtiendo así en la Reina de corazones y desbancando a la más perseguida, por entonces, Carolina de Mónaco.
Pero nadie pudo imaginar que aquel cuento de hadas con carroza incluida, se iba a esfumar de la noche a la mañana cuando en su entrevista a la BBC Diana se desnudó ante el mundo convirtiéndose así, en una mujer de carne y hueso.
Sus lágrimas de mujer traicionada enternecieron a todas las mujeres del planeta. Todos la adoptamos. Como amiga, como hija, como mujer real.
Después de su realísimo divorcio – nadie había osado antes hacer frente a un miembro de la Corona británica – Diana se supo recuperar de sus heridas con una operación de marketing sin precedentes. Mostró su lado más solidario con la causa de las minas antipersona y conoció al egipcio, que no era Sinué.
Su foto, aislada al final del trampolín del impresionante yate, iba a lanzarla y no precisamente hacia arriba. Sus fotos eran las más codiciadas del mundo y se convirtió en el icono más ambicioso por los paparazzi.
Al final del túnel del Alma, curioso nombre para perder la vida, murió Diana. Una muerte prematura y trágica que la consagró como mito, como inmortal irónicamente.
Diana consiguió desbancar a Carolina de Mónaco e incluso a Marilyn Monroe, en número de fotografías publicadas.
Eso sí, dejo tras de sí un auténtico legado.
Su funeral se convirtió en uno de los actos más dramáticos de toda la historia de la televisión.
Si hoy estuviera aquí miraría estupefacta a lo que ahora ocurre en su casa. La imagino recriminando a Harry y a Meghan, profunda conocedora ya de los círculos mediáticos a la perfección.
Su fantasma sigue, más vivo que nunca, y muy presente en Camila que la ha perseguido con infinidad de odiosas comparaciones y que nada tiene que ver con ella. Le arrebató la corona y la lucirá en la eternidad como una vela al viento.
Ella es, la verdadera Reina.