Otro derby: ¡que sea! Se jugará en el Villamarin el 15 o 16 de enero para los octavos de la Copa del Rey. Un sorteo que seguramente habría podido acercar el Sevilla a formaciones de Segunda, como el Girona o el Sporting de Gijon o incluso al Atlético Baleares, ¿pero quieres poner el encanto de un derby? Un desafío más para los hombres de Lopetegui.
Ayer el Sevilla tomó la Romareda silenciando a los 15.000 espectadores ruidosos con la misma tranquilidad – la calma de los fuertes – con los que juegan los grandes equipos. Es el camino correcto, especialmente en partidos como estos en los que hay mucho que perder, aunque los épicos enfrentamientos en Liga entre Zaragoza y los nuestros son un pálido recuerdo. Mérito de Lopetegui si (finalmente) también los substitutos hacen su deber: además de los que hemos visto en el campo, no hay nadie más. El mismo problema, tememos, el domingo con el Getafe.
Pero ni el virus, ni las lesiones, ni las ausencias por la Copa de África parecen afectar a este grupo unido. Han sido suficientes un gran tiro desde el borde de Koundé y un contratiempo de Rafa Mir para volver a casa con una calificación muy merecida. Es un Sevilla muy práctico lo que necesita, estamos hablando del mercado de invierno, de un par de entradas, quizás 3: Lopetegui insiste “cuando antes y los posibles mejores”.
