El hombre que se siente por encima de las reglas tendrá que respetarlas una vez más. “Decepcionado” como dice ser, Novak Djokovic tendrá que tragarse toda su amabilidad y, agregamos nosotros, soberbia, y dejar Australia. Expulsado porque el Tribunal rechazó su recurso, el de un no vacunado que, encima y fuera de las reglas, quería jugar igualmente el Open.
“Nole”, este su apodo, tendrá que pagar también los gastos legales del contencioso de estos días que ha parecido ser un desafío a la igualdad de todos, sí incluso ante la vacunación. “Celebro la decisión de mantener nuestras fronteras fuertes y proteger a los australianos”, comentó el Primer Ministro, Scott Morrison, y destacó la importancia, incluso en casos como este, del interés público.
Nole dijo que se tomará un período de descanso y reflexión: por cierto este intento suyo de erigirse en intocable le hizo perder muchos supporters. En su lugar a los Australian Open bajará al campo un italiano, Salvatore Caruso, un apellido que lo sabe todo de humildad, la que le ha faltado al número uno mundial de tenis.