Se ha ido “la chica con la pistola”, un mito de la Italia cinematográfica, la mujer que vivió un antes y un después en su vida, y el después se llama Alzheimer, que la acompañó, no deseado huésped, hasta hoy. Adiós Monica Vitti, musa de Michelangelo Antonioni, estrella de la comedia italiana. Maria Luisa Ceciarelli, su verdadero nombre, había nacido el 3 de noviembre de 1931 en Roma. Sus interpretaciones legendarias en las películas de la comedia italiana la hicieron conocer al mundo.
Así la recuerda Carlo Verdone: “Se va una actriz de inmenso espesor, gran carácter y fuerte personalidad. En un cine casi masculino, ella y Anna Magnani representaron el talento femenino… Gracias Mónica por todo lo que nos has dado. En la risa y en la reflexión”. Icono en el “El desierto rojo” o popular en el conocido “Polvo de estrellas” con el gran Alberto Sordi, Vitti ha sabido recitar todo, desde su debut, a sólo 14 años, en el teatro de la posguerra.
Se diplomó en la Academia Nacional de Arte Dramático. Con Antonioni giró también en los años sesenta “La aventura”, “La noche” y “El eclipse”. “La ragazza con la pistola” ganó el premio a la mejor actriz en el festival de San Sebastián. Los mejores directores de cine, desde Ettore Scola hasta Mario Monicelli, siempre la han buscado por su ductilidad que se unía al inmenso talento. También colaboró con Luis Buñuel en “El fantasma de la libertad”.
