“No tenemos absolutamente ningún deseo ni ninguna intención de retirarnos de Europa, pero la simple realidad es que Meta, y muchas otras empresas, organizaciones y servicios, se basan en las transferencias de datos entre la UE y los EE.UU., para gestionar servicios globales”. Eso es lo que Meta, dueña de Facebook e Instagram, quiere. La cuestión es candente: si estas transferencias se hacen imposibles, cerrarán los servicios sociales en Europa. Amenaza o no, la cuestión existe porque carece de regulación: el Tribunal de Justicia de la UE ha anulado el Privacy Shield y no existen medidas sustitutivas.
Facebook no está creciendo. Si hasta ahora el camino triunfal de Zuckerberg parecía no tener fin, Wall Street nos recordó con sus números que siempre es un negocio. Las cuentas de Meta Platforms, a las que pertenece la empresa social, podrían registrar una pérdida de 24 mil millones de dólares: una paliza personal para el americano.
Zucherberg afirmó recientemente que está invirtiendo en los llamados “Reels” – lo que utiliza el rival Tiktok – para tener nuevos usuarios jóvenes y mirar al futuro con menos “preocupación”. Para el trimestre en curso Meta previó ingresos entre los 27 y los 29 milliardes de dólares, menos de lo que esperaban los analistas. “A pesar de que nuestra dirección es clara, parece que el camino por delante no está todavía perfectamente definido”, dijo el Mago estadounidense, confirmando así que tendrá que inventar algo, o copiarlo de sus rivales, para tener nuevos usuarios.