“Méteme, Padre Eterno en tu pecho, misterioso hogar, dormiré allí, pues vengo deshecho del duro bregar”. Esta será la efigrafa, a la misma elección del amado Miguel de Unamuno, bajo la cual descansará para siempre una de las actrices más queridas, Margarita Lozano. Nacida en Tetuán hace 91 años, se había retirado hace ya décadas a su Casa Azul de Puntas de Calnegre, cerca de Lorca, municipio que la homenajeará con tres días de luto.
Fue la actriz española más disputada por los directores italianos: desde Sergio Leone a Paolo Virzì la han amado y apreciado. Después de “Viridiana” de Luis Bunuel, trabajó con muchos talentos del cine como Pasolini (en “Porcile”), Nanni Moretti (“La misa ha terminado”), los hermanos Taviani (“Kaos” y “Good morning Babilonia”). Sublime intérprete también teatral, ha llevado a escena obras de Chejov, Ibsen y Pirandello. Un fil rouge la ha ligado siempre a Italia y para su clase y talento siempre ha sido correspondida en afecto. En 2018 recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.