En Florencia, en tiempos de crisis, una Fundación, la Montedomini, se encargará de ayudar a los ancianos a través de una campaña de recaudación de fondos: ellos se encargarán de pagar las facturas de los mayores de 65 años. Con las pensiones que cobran, el aumento de los costes de la energía pesa, por supuesto. Pesa, a decir verdad, incluso al Ayuntamento florentino que dinero no tiene y si lo tiene lo gasta en los previstos, por lo menos así informan las crónicas, cuarenta millones más para oficinas y sedes.
El llamamiento de la Fundación a la donación privada se ha hecho viral: ¿quién dejaría a un anciano solo para hacer frente a los costes astronómicos de la luz y el gas? Y son cada vez más para las estadísticas: casi el 30 por ciento, ya que se “excederá” en pocos años. Obviamente la Fundación Montedomini repartirá los fondos de su recaudación benéfica a los mayores de edad que están en condiciones económicas difíciles, con pensiones mínimas o seguidos de la red territorial de la asistencia social: