¿Un presidente de derechas no moderado en Francia cambiaría el equilibrio europeo? Esto es lo que tendrán que decidir los electores el 24 de abril, cuando Emmanuel Macron con el 28,6% y Marine Le Pen con el 23,4% de ayer, competirán en la segunda vuelta. “Serán días decisivos” subraya Macron, que reúne a los demás candidatos excluidos de la carrera final: la republicana Valérie Pécresse, la socialista Anne Hidalgo, el ecologista Yannick Yadot, Fabien Roussel y Jean Luc Mélenchon lo apoyarán, lo han hecho saber desde el principio. Lo que iba a ser la sorpresa, Éric Zemmour, más a la derecha de él no se puede, le dará una mano a Le Pen.
Mientras caen los partidos tradicionales, clara indicación del voto de ayer, ya se hacen las previsiones. Favorito Macron, sin embargo, no se distancia de la rival y en el mejor de los casos, al menos según las encuestas, ganará con el 55% de los votos. El resultado habla del declive tanto de la derecha gollista como de la izquierda moderada (Hidalgo se ha mantenido firme en un increíble 2%). La izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon, en un 20%, podría finalmente, para detener a la extrema derecha, ayudar a Macron. Mal ecologistas, solo al 5% y Zemmour, al 7% después de casi el 17% en las encuestas antes de la votación.