Si un presidente federal se pone de acuerdo con un jugador famoso, que también es titular de una sociedad de intermediación deportiva privada, para organizar un evento en el extranjero – del que la Federación recaudará mucho dinero – ¿se puede hablar de negociación lícita o no? Es la duda que en estas horas están teniendo medios y apasionados en España.
La RFEF, presidida por Luis Rubiales, ha negociado con Arabia Saudita, que acoge desde hace años la Supercopa española, una comisión de 24 millones de euros. El jugador en cuestión es el conocido defensa del Barcelona Gerard Piqué. La Federación, según las revelaciones de El Confidencial que tiene todas las pruebas de lo escrito, ha recibido 40 millones de euros por temporada por haber traído el importante partido a Arabia, el club Kosmos de Piquè, el 10%. Mucho dinero. ¿Por qué Piquè ha tenido un trato preferencial en esta negociación? se pregunta el periódico español.
Rubiales se siente sereno porque la Federación que dirige no ha hecho, según él, ningún pago directo a Kosmos. Así que, en teoría, no se violó el código ético. ¿Pero es así? El público español se sorprendió después de escuchar las conversaciones amistosas entre el presidente y el jugador blaugrana. La primera edición de la Supercopa española en Arabia se jugó en enero de 2020 entre el Barcelona, el Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Valencia, y fue ganada por el Real Madrid (contra el Atlético en la final).
