Rejuvenecer la plantilla porque siete-ocho titulares tienen más de treinta años. Ceder a algunos buenos jugadores para ganar dinero, como pasó con Diego Carlos. Arreglar las cuentas después de de los ingresos que no se han producido, debido a una temporada difícil a nivel europeo.
La llaman “la quinta revolución”. Cada año el Sevilla tiene que superarse a sí mismo para competir en todos los frentes. No es sencillo. “Hay que tener paciencia”, dijo Monchi. Y hace entender, como todos saben, que depende de las cuentas. Lo que significa que Koundè probablemente se venderá (al Chelsea van a ganar 60 millones) y será reemplazado por algún buen jugador, como Denayer del Lyon o Djiku del Estrasburgo.
Sarabia ya no está en los planes del PSG, según los deseos del nuevo Rey de Francia, Mbappé, y podría ser una opción, así como, lo habíamos escrito, Luis Alberto que no puede esperar para jugar con el Sevilla, del que es aficionado cuando era niño. El presidente de Lazio Lotito había “disparado” 40 millones, pero quizás con 25 se puede cerrar. A menos que se haga el intercambio con el Nápoles: Luis Alberto en la ciudad partenopea y Zielinski en Roma.
Pero no son solo las cuentas, que también se arreglarán, las que marcan estos días. Está también la relación con Lopetegui, que ha sido “blindado” según las fuentes oficiales pero que quizás necesita alguna profundización para comenzar luego la temporada a toda velocidad, como merece todos los aficionados sevillistas.