Además de la lógica, desde ayer tenemos que jubilar también a Gary Lineker, el centrocampista inglés, luego comentarista televisivo, autor de la célebre frase: “El fútbol es un juego sencillo: 22 hombres persiguen un balón durante 90 minutos, y al final Alemania gana”. Ayer se corrigió y añadió: “Siempre que pase la primera ronda”.
Mannschaft está fuera del Mundial, una vez más no logró subir el primer escalón, como sucedió en Rusia 2018. En ese momento era el final de un ciclo, la era de Joachim Löw, pero ¿quién es ahora el responsable? El comisario técnico Flick afirmó, al final del partido, que había hecho un buen trabajo. “Tenemos un futuro”. Pero toda esta perspectiva los apasionados no la ven: aparte del baby-talento Musiala, hay poco que salvar.
Aunque, seamos honestos, lo que sucedió en el otro partido de la ronda, el enfrentamiento entre España y Japón con olor a “biscotto”, era francamente inimaginable. Los hombres de Luis Enrique, después de haber dominado el primer tiempo sin mostrar literalmente el balón a los japoneses, marcan dos goles al volver al campo y pierden; arriesgando además la clasificación porque en un momento dado el marcador decía: Alemania 1 Costa Rica 2. Extraño es el fútbol, más no se puede decir.
A los alemanes no les bastó con reequilibrar el resultado con Havertz (doblete) y Fullkrug, el centro del futuro. Queda una gran amargura. Ya no es el fútbol de antaño: Italia ni siquiera se ha clasificado, solo ayer en la primera ronda salieron del Mundial de Alemania y una incómoda Bélgica (0-0 con Croacia que se clasifica con Marruecos, próximo adversario de España en los octavos de final).
