No fue agradable para el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky escuchar las palabras de Biden, especialmente cuando Joe le dijo por teléfono que hay “claras posibilidades” que los rusos atacaran en febrero. De hecho, el presidente estadounidense habría añadido que los ucranianos deben prepararse para el “saqueo” de Kiev.
Lo que realmente se ha dicho entre los dos no se sabe, cierto es que Zelensky agradeció el apoyo incluso militar: sabe muy bien el número uno ucraniano que la única arma en el momento para detener a los rusos es que la OTAN y Europa se olviden, a tiempo inderminado, de ellos. Es la condición planteada por Putin que desde hace un tiempo señala la presión de la OTAN en sus fronteras.
“Pocas razones de optimismo” respondió el Kremlin después de las conversaciones con los Estados Unidos. Los rusos quieren que sea explícita la renuncia al retroceso de la OTAN. Mientras tanto, se intentan otras vías para evitar el conflicto, como la de bloquear el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, la “pipeline” que llevará el gas natural de Rusia a Alemania. Pero las diversas sanciones económicas no parecen asustar a los rusos.