“A los pobres no le debemos dar migajas, los debemos sentar a la mesa, que es distinto”. Tomó el carguero el sábado pasado, pero enseguida se acordó de los últimos. El nuevo arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, ha viajado sin demora, con un gesto que será recordado, hacia el barrio mas pobre no sólo de Sevilla y Andalucia, sino de toda España, como nos han recordado recientemente las estadísticas. Gente que necesita un apoyo moral, pero también de oportunidades (“Ojalá haya muchos católicos empresarios cuyo objetivo generar sea riqueza para compartirla” destacó el obispo durante la visita).
Es un mensaje fuerte y un apoyo claro (su reunión, en homenaje de los salesianos, pero también de la Cáritas y de los voluntarios que trabajan cada día en el barrio, ha sido en la sede de la Fundación Don Bosco) a todos los que quieren crear un puente de solidaridad para mejorar las difíciles condiciones del Polígono Sur: son los más débiles los que nos necesitan. Acompañado por el vicario episcopal de la zona, don Rafael Muñoz, Saiz Meneses hizo una visista a la Parroquia de Jesús Obrero, que también visitaron los Reyes de Espana en junio.