Borja ha ganado, incluso antes de que el árbitro pite el comienzo del partido. Una elección que hace bien al deporte y enseña mucho a los jóvenes la de uno de los mediocampistas más fuertes de España, una carrera entre Real Madrid, Mallorca, Villarreal, Fiorentina e Inter. Y precisamente en Italia, en su Florencia, Borja Valero se quedará porque firmó para un club hasta hace pocas semanas desconocido para la mayoría, el Centro Storico Lebowski. Desde los grandes escenarios a los aficionados de los equipos de barrio por una elección de vida, para demostrar también que el dinero (a los 36 años también se puede preferir las ofertas de los jeques árabes para jugar en sus ligas) no es todo.
Lebowski es una sociedad fundada hace una década por un grupo de aficionados, vive de accionariado popular y sobre todo es muy activa en lo social, valores que Borja comparte. De sus golpes mágicos gozarán los espectadores de la Promoción, la sexta categoría en orden de importancia en Italia: los viajes más largos son quizás de cincuenta kilómetros, pero el fútbol sigue siendo sano. “Yo estaba convencido de jugar otra temporada en la Fiorentina, no para el dinero o para quién sabe qué. Podría haber ayudado. Pero sobre todo, mi objetivo era saludar a los aficionados de la ‘Viola’ y decirles gracias. Al final acepté este desafío porque me identifico con los valores que estos chicos han llevado”. Se pondrá la camiseta número 20, el mismo número que siempre ha tenido, desde el Real Madrid hasta la Fiorentina.