Una plataforma común de compras, 40000 millones de fondos de cohesión destinados a las empresas. Europa encuentra laboriosamente su camino: la compra colectiva de gas es voluntaria pero obligatoria al 15% del total de los stocks en el continente. Poco reticente a una nueva deuda común, sin embargo, la UE apoyará a las empresas con “importantes instrumentos a nivel nacional y de la UE”.
Así lo comentó la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen: “Ahora debemos trabajar en la implementación de los instrumentos que hemos aprobado, comenzando con las compras conjuntas, el intercambio de gas y la limitación de los precios excesivos”. Satisfecho con el primer ministro (saliente) italiano, Mario Draghi, quien comentó: “Ha ido bien”.
Valoraciones diferentes del Sure: la flexibilidad pedida por algunos países es rechazada por otros, como Holanda. “Ante todo debemos usar los fondos que tenemos y solo después evaluaremos lo que puede ser necesario”, comentó el premier Mark Rutte.
