Más de cuatro millones y medio de nuevos contratos de duración indeterminada. Las nuevas normas decididas por el gobierno español para regular el mercado laboral, es decir, la introducción del acuerdo “estructural” para producciones a seis meses o a un año, “de sustitución” en lugar de otro trabajador, han hecho boom.
Nadie esperaba cifras tan importantes, un aumento que es del 238% en comparación con el mismo período del año anterior del que se beneficiaron principalmente los trabajadores jóvenes (más del 142%, lo que significa un 30% menos de desempleo en ese rango de edad).
Con estas cifras, el concepto de flexibilidad en España ha quedado atrás e incluso emplear a los jóvenes solo con contratos temporales. Los “a tiempo” en la agricultura o el turismo tienen más posibilidades de ser regulados indefinidamente.
Como comentó el Viceministro de Trabajo de España, Joaquín Pérez-Rey, “finalmente hemos puesto fin a la idea de que la introducción de los jóvenes en la fuerza de trabajo debe realizarse a través de contratos flexibles e inestables”.