Crimea está prácticamente aislada desde hoy. Los servicios de inteligencia ucranianos han destruido al menos dos tramos del puente de Kerch, una infraestructura estratégica que une la península con Rusia. Fue el propio Putin quien lo inauguró hace cuatro años conduciendo desde Knasnodar un camión. “Es solo el comienzo” dicen desde Kiev sabiendo que sin puente los suministros militares serán muy difíciles, especialmente para Kherson, ciudad conquistada por los rusos y ahora en peligro debido a la imponente contraofensiva ucraniana.
La alternativa para Putin, la carretera que sale de Donetsk para llegar a Crimea, está bajo la artillería de Kiev y, por lo tanto, es difícilmente viable. Las personas que viven en Crimea tienen que depender exclusivamente del transporte marítimo, lo que ha creado pánico entre la población que ha estado haciendo cola en los supermercados para abastecerse.
¿Cómo reaccionará Putin a esto? La acción militar contra los rusos, a través de la explosión de un camión que recorría el puente, llega simultáneamente con la anunciada escalada de la guerra (armas nucleares tácticas) a la que todos parecen estar preparados.