Giuseppe Cirillo, hasta ayer desconocido en las crónicas, es el líder del Partido de la Locura. En el logo se lee, más pequeño, “creativa” porque parece que la inspiración para Cirillo le vino de Steve Jobs y de su famoso lema “Stay hungry, stay foolish” (Sed hambrientos y locos”). Ayer fue su día de gloria porque los candidatos a las próximas elecciones del 25 de septiembre presentaron los símbolos y el de la Locura es uno de los más originales. A partir de hoy Cirilo vuelve al olvido (probablemente no tomará votos), pero ha tenido su cuarto de hora de gloria.
Sí, porque cuando hay que ser creativos (Flaiano repetía que “la cosa es grave pero no seria”) los italianos están siempre en primera fila. Los Poetas de Acción, movimiento que une espada y pluma, jefe político Alessandro Agostini, recuerdan las excentricidades de D’Annunzio. El Partido Libre tiene en el logo a un tipo que patea a Pinocho, que es el emblema de los mentirosos.
Revolución Sanitaria está liderada por Adriano Panzironi, el gurú del “nuevo” sistema de alimentación “Life 120”: aunque tenga que pagar 250.000 euros por haber propagado una dieta definida por los jueces como “peligrosa para la salud”, no renuncia a presentarse. Un escudo cruzado es el símbolo de los Católicos Populares Unidos, adivina el del Partido Defensa Animalista Independiente Nacional Organizada.
El Movimiento Técnico por la Paz, el Cuarto Polo de las Pequeñas y Medianas Empresas y el inevitable general Antonio Pappalardo con su movimiento “Chaleco Naranja” completan el cuadro. Hemos presentado a los partidos más serios de Italia que compiten a finales de septiembre. Hablar también de los demás sería demasiado.
