Diez días para saber si salta él o el mundo

A la estrella de rock quitaron el micrófono. Después de haber convocado, a la fuerza o no se sabe, a sus partidarios en el estadio Luzhniki de Moscú y después de haber pronunciado las primeras palabras de la letanía nostálgica habitual, el discurso se ha interrumpido. Por “problemas técnicos” dice la televisión rusa y quién sabe si es verdad. Pero la guerra está hecha de imágenes además de horrores. Los mil trescientos que, según las últimas noticias, siguen atrapados bajo los escombros del teatro bombardeado de Mariupol. Mujeres y niños a rescatar en los búnkeres.

O el último giro con la vida del primer bailarín de la Ópera Nacional de Ucrania, Artem Datsishin: murió en el hospital después de haber sido víctima de los misiles de Putin. O la de un Papa cansado y afligido que una vez más envió un mensaje al mundo para compartir “la angustia de un pueblo herido en su identidad, en su historia y tradición. La sangre y las lágrimas de los niños, el sufrimiento de mujeres y hombres que están defendiendo su tierra o huyendo de las bombas sacuden nuestra conciencia. Una vez más, la humanidad se ve amenazada por un abuso perverso del poder y de los intereses partidistas, que condena a las personas indefensas a sufrir toda forma de violencia brutal”.

Palabras que aprietan el corazón, pero parece que quien debe recibir el mensaje es sin wifi. La Agencia de Inteligencia de la Defensa estadounidense (DIA) advierte que Putin está cada vez más cerca de tirar el nuclear. La guerra no va en la dirección dibujada por la cabeza cuadrada de un ex KGB y el pantano en el que se ha metido es claro al mundo.

Está cada vez más aislada, la estrella de rock a la que le quitaron el micrófono. Bombardea Lvov, a las puertas con Polonia, con el intento de poner aún más miedo, pero ahora todo el mundo sabe quién es el dictador. Mientras tanto, Europa se dispone a aprobar un documento que ha sido secreto durante dos años. Se llama Brújula Estrategia y es un primer paso para la defensa de las fronteras. “La guerra en Ucrania es la primera amenaza actual para la Unión, pero no es la única. La estrategia también se refiere a amenazas dentro y fuera, como las que podrían llegar de los Balcanes Occidentales, el Sahel, el Medio y Extremo Oriente y el Indopacífico”. En el vigésimo tercer día de la guerra, Putin sabe que le quedan diez. O se llega a un acuerdo o se salta el mundo o se salta él.

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