Delitos corporativos y bancarrota: el mundo del fútbol italiano está en shock por el arresto del presidente de Sampdoria, Massimo Ferrero. El equipo de Liguria no está implicado en el asunto, el crac de cuatro empresas del sector hotelero y turístico declaradas en quiebra hace años. La hija del presidente, Vanessa, también está involucrada, con el mismo cargo de bancarrota, y también su sobrino Giorgio.
Ferrero ha dimitido inmediatamente de la máxima carga de la Sampdoria para no perjudicar al club, que que actualmente está en los últimos puestos en el máximo campeonato italiano, y ha sido trasladado a la cárcel milanesa de San Vittore. Romano, de 70 años, amo del club desde 2014, conocido con el sobrenombre de “Viperetta”, se ha hecho conocer en el ambiente por su estilo anticonformista, tan diferente de tantos presidentes “enyesados”. Se puso a “inmediata y completa disposición” de los investigadores. Quiere esclarecer los hechos y considera injustificada la detención solicitada por la Fiscalía de la República de Paola, en Calabria.