(artículo de Maurizio Petrocchi) – Utilizando el terremoto como tapadera, al menos 20 presos han huido de la prisión siria, en la que la mayoría de ellos eran miembros del Estado Islámico cerca de la frontera turca. Los expertos advierten de que Turquía podría ser vulnerable, ya que está concentrando todos sus recursos en las consecuencias de la catástrofe.
Los dos terremotos masivos que azotaron la frontera entre Siria y Turquía el lunes han causado miles de víctimas y amenazan la supervivencia de miles de personas que se enfrentan al frío del invierno sin hogar ni refugio. Pero también han creado una amenaza para la seguridad, con grupos terroristas locales tratando de explotar el desastre para sus propios fines.
En Siria, donde la respuesta a los terremotos ha sido obstaculizada por más de una década de brutal guerra civil, los detenidos en una prisión en el noroeste del país se han rebelado al día siguiente de los fuertes temblores. Mientras tanto, una fuente local ha informado de que al menos 20 prisioneros han huido.
La prisión tiene 2.000 presos, de los cuales 1.300 son miembros del grupo del Estado Islámico, dijo la fuente. El establecimiento se encuentra en la ciudad siria de Rajo, a unos 5 km de la frontera turca y a unos 65 km de Alepo.
“Después del terremoto, Rajo fue golpeado y los presos comenzaron a amotinarse y tomaron el control de partes de la prisión”, supo la fuente de un funcionario de la prisión. “Unos 20 prisioneros han huido… que se cree que son militantes del ISIS”.
El funcionario le dijo a la fuente que el terremoto causó daños a la prisión, rompiendo paredes y puertas.
El primer temblor, que ocurrió en las primeras horas del lunes por la mañana mientras la gente dormía, se midió con una magnitud de 7,8. El segundo, que golpeó unas nueve horas después, tuvo una magnitud de 7,5. Los dos terremotos y sus cientos de réplicas arrasaron los edificios, dejando al menos 19.800 muertos y miles de heridos y sin hogar a ambos lados de la frontera.
Turquía, que está luchando para hacer frente a las consecuencias del desastre, no está actualmente preparada para hacer frente a las amenazas a la seguridad, lo que beneficia a grupos como ISIS.
De hecho, la singular atención de Turquía a la respuesta al terremoto podría incluso crear circunstancias favorables para las organizaciones terroristas que intentan penetrar la frontera desde Siria.
“Todas las capacidades del Estado turco se movilizan para abordar los problemas relacionados con el terremoto. Este no es un momento que las organizaciones extremistas no deben perderse”, dijo el profesor Hamoon Khelghat-Doost de la Lincon University en el Reino Unido y en la Universidad de Üsküdar, en Estambul.
“Cualquier evento, incluidos los desastres naturales, que pueda desviar la atención de una nación sobre un tema que no sea la protección de sus propias fronteras, es muy apreciado por organizaciones extremistas como ISIS”.
Khelghat-Doost señaló que ISIS también utilizó la pandemia de coronavirus como una oportunidad para reorganizarse y acumular poder.
Turquía es la puerta oriental de Europa y, en un momento tan delicado, es sin duda fácil de penetrar por “lone wolf” quizás intentando golpear alguna ciudad europea.