Quién sabe si la abuela, que es astróloga, ya le ha predicho un futuro en Sevilla. La opción más realista para el ataque de la próxima temporada se llama Giovanni Simeone. El Cholito, que este año en el Verona mostró lo que vale con 16 goles y 6 asistencias, será rescatado por el equipo véneto que pagará al Cagliari doce millones. Luego el Verona lo revenderá: los pretendientes son muchos (se ha hablado también de Inter de Milán y Atlético Madrid, donde sería entrenado por su padre Diego), pero en realidad se lo disputan en dos, es decir, Sevilla y Nápoles, con el equipo de Lopetegui y Monchi en ventaja por los últimos rumores de mercado.
Simeone vale unos 20 millones y este año tenía un contrato de un millón y medio de euro. Cifras asequibles para un delantero que toda Italia ha admirado por la astucia, la tenacidad y el sacrificio por el equipo, el olfato indiscutible del gol y la “garra”. El argentino incluso mejoró su mejor temporada, con la Fiorentina, cuando llegó al final del campeonato con 14 goles marcados.
“Estudio cada detalle para hacer daño a las defensas – dijo Simeone en una entrevista reciente – Antes no me gustaba que me llamaran Cholito, sentía que me llamaban así por una especie de homenaje a mi padre. Ahora me gusta mucho porque intuyo que se refieren a mí, al hombre que soy. Siento que el Cholito es Giovanni, no el hijo de Diego”. Demostrarle a su padre, enfrentándolo en la Liga con un equipo top como es el Sevilla, podría ser una motivación más. Crucemos los dedos y esperemos que el pase de Champions esté en casa mañana.