Se titula “Turismos sostenibles en la economía italiana: del turismo de las raíces al turismo de lujo” y está insertada en el Collana científica Centro Altreitalie sobre las Migraciones Italianas el estudio de Antonio Coviello, Economista del Instituto de Investigación sobre la Innovación y los Servicios para el Desarrollo (CNR-Iriss).
“El turismo en Italia representa un elemento importante de la economía – se lee – Genera directamente alrededor del 5% del PIB y incide indirectamente en el 13% del mismo, representando directamente el 6% e indirectamente el 15% del empleo total. Precisamente el turismo responsable y sostenible asume un significado importante, aunque estratégico: un turismo consciente de su impacto social, económico y medioambiental presente y futuro, capaz de satisfacer las necesidades de los visitantes, de las comunidades locales, del medio ambiente y de las empresas, sobre todo después de la pandemia que ha trastocado el modo clásico de hacer turismo”.
“En los últimos años el turismo sostenible ha crecido en nuestro país, con una oferta cada vez más amplia de servicios innovadores, que utilizan terminología como green y eco friendly”. El investigador Cnr destaca en sus estudios la unión entre sostenibilidad, lujo y “raíces” en el ámbito de las políticas turísticas desveladas en la última publicación: “Las tendencias muestran que los consumidores de lujo buscan motivaciones espirituales y emocionales más elevadas, como la necesidad de satisfacción interior, creatividad, autoestima, pertenencia y satisfacción deseo de viajar… Precisamente desde esta perspectiva, en las últimas décadas se ha asistido a un nuevo fenómeno: las visitas a casa por parte de los italianos expatriados en el extranjero, de los oriundi, las visitas veraniegas a sus parientes lejanos, el viaje para la búsqueda de las raíces, vacaciones de estudio para aprender italiano o visitar lugares de arte, por nombrar algunos. Los nuevos migrantes continúan la tradición de las vacaciones en Italia con los hijos de abuelos y parientes, también para mantener las relaciones en las familias transnacionales”.
También el turismo de las raíces, por lo tanto, así como más en general el “heritage tourism”, se enmarca en la demanda de experiencia y luego se entrelaza con el turismo de lujo-experimental donde representa una oferta turística “emergente” que conjuga con la propuesta de bienes y servicios del tercer sector (como alojamientos, enogastronomía, visitas guiadas, etc.)
“Una oferta turística “emergente” que conjuga con la propuesta de bienes y servicios del tercer sector, como alojamientos, enogastronomía, visitas guiadas, etc. , el conocimiento de la cultura de origen y de la historia familiar de los ítalo-descendientes y de los italianos residentes en el extranjero.
Este nicho de viajeros habría asumido para muchos expertos y gestores públicos un valor estratégico para el destino del turismo internacional en Italia. Para entender bien el alcance de esta categoría turística, en 1997 la ENIT (la agencia nacional de turismo) incluyó a 5,8 millones de viajeros que visitaban nuestro país. En 2018, once años después, este número había aumentado a 10 millones (+72,5%), con un flujo económico calculado en unos 4.000 millones de euros (+7,5% respecto al año anterior)”.