Vienen de cuarenta países los líderes de las grandes religiones mundiales y los representantes del mundo de la cultura e institucional que se reúnen desde hoy en Roma. “Pueblos hermanos, tierra futura” es la convención internacional en el “espíritu de Asís” promovida por la Comunidad de San Egidio en Roma (que se podrá seguir en directo en https:/preghieraperlapace.santegidio.org).
A hacer los honores el Presidente de la Comunidad, Marco Impagliazzo. Con él dialogarán el Patriarca ecuménico de Constantinopla Bartolomé I, el Arzobispo de Canterbury y primado anglicano, Justin Welby, el Presidente de la Conferencia de los rabinos europeos, Pinchas Goldschmidt, el Sheykh vicario del Gran Imán de al-Azhar, Mohamed Al-Duwaini, el Ministro italiano del Interior Luciana Lamorgese y el Sheikh Nahyan bin Mubarak Al Nahyan, Ministro de Tolerancia y Convivencia de los Emiratos Árabes Unidos.
Se unirán mañana con Papa Francisco en la oración por la paz de las religiones en el Coliseo. Entre ellos el fundador de San Egidio Andrea Riccardi, el Gran Imán de Al Ahzar, Ahmad Al-Tayyeb, el Patriarca de todos los Armenios, Karekine II, la canciller alemana Angela Merkel, el consejero especial del Secretario General de las Naciones Unidas, Jeffrey Sachs, el Ministro de Asuntos Exteriores de Tanzania, Liberata Mula, el Co-fundador de Aurora Humanitarian Initiative y presidente de Moderna Inc., Noubar Afeyan, el cardenal Matteo Zuppi y la presidenta del Hindu Forum of Europe, Lakshmi Vyas.
Fue profética la intuición, en 1986 con los encuentros de Asís, de Juan Pablo II que marcó el camino hasta la cita de hoy. “Su verdadera intuición fue ir más allá de los diálogos bilaterales, rezando juntos por la paz ante el mundo. Asís representa una profecía, pero también una estética del diálogo interreligioso. Todos vieron que las religiones estaban juntas. Hubo críticas, algunos temieron que las religiones fueran consideradas todas iguales, pero en el espíritu de Asís ya existía la preconización del final de la guerra fría y de un mundo que se globalizaba”, ha subrayado Andrea Ricciardi, fundador de la Comunidad de San Egidio.
“Esa intuición llevó a un movimiento que progresivamente involucró a la gente y expresó sentimientos profundos… En menos de 40 años ha nacido una aclimatación de las religiones en el mundo global. Religiones que interpretan un anhelo del bien común. Nosotros que vivimos en el siglo XX, conocidas religiones que bendicen la guerra, mesuradas hostilidades y desconfianzas, y hemos visto como eran para el diálogo sólo de las franjas, hoy tenemos en el encuentro de Roma personalidades como Bartolomé y Al-Tayyeb, con quien el papa Francisco firmó una plataforma importante para vivir juntos que implica a muchos musulmanes. Así pues, mientras vemos, también en este panorama pospandemico, las religiones poner en el centro el bien común y la paz, no podemos decir lo mismo para los Estados y también para las organizaciones internacionales”.