“En Occidente nos hicimos ilusiones de que la globalización conduciría a un mundo totalmente democrático, pero no fue así”

Nacido en Bolonia, empresario de éxito en España desde hace muchos años, Enzo Raisi ha sido parlamentario italiano y prestigioso exponente de la derecha desde sus años juveniles. Ha publicado recientemente “La Casta siete voi” (ediciones Taurinorum, disponible en Amazon), un sufrido acto de amor de un militante (del Movimiento Social a Alianza Nacional a la “conquista” de Bolonia por parte de la derecha) muy apreciado en Italia y en el extranjero.

¿Detrás del conflicto está lo que algunos comentaristas han llamado “el sueño de las diplomacias occidentales”? ¿Podrían haber sido más inteligentes?

Sin duda, Putin ha utilizado la cuestión del Donbass como excusa, pero haber subestimado el problema o no haber ofrecido y utilizado soluciones posibles como la Onu y los Cascos azules ha sido un error. En el proceso de globalización se ha “olvidado” este riesgo. Por otra parte, América hace a menudo una carrera por separado, no siempre sus intereses coinciden con los europeos. La combinación de estos factores nos ha llevado a la situación actual.

Sin embargo, Putin se enfrentó a una Europa por fin cohesionada. ¿Es una sensación o una realidad de las cosas?

La guerra ha dado lugar a que Europa tenga ahora una política exterior única y, sobre todo, se ha dado cuenta de que necesita una salida. Esta toma de conciencia conducirá a cambios estructurales, entre otras cosas porque la OTAN no es solo Europa.

¿Dónde puede llegar Putin? ¿La OTAN quiere intervenir?

Rusia y China no tienen una visión política como la nuestra. Creímos que la globalización conduciría a un mundo totalmente democrático, pero no lo hizo. En Rusia es la primera vez que hay un hombre ruso de origen asiático en el mando militar y no un ruso-europeo, y lo interpreto, en términos geopolíticos, como un hecho potencialmente peligroso. Por otra parte, Putin está perdiendo: la guerra no es la que él había imaginado, pensaba en una posición europea más débil. Consideremos también las cifras: Rusia tiene un PIB como España, a pesar de ser treinta veces mayor, vive de materias primas, no hay productos “made en Rusia”. Las sanciones pueden hacer mucho daño a los rusos y la posible ayuda de China no resolverá el problema. Por ejemplo, los chinos no pueden aparecer y almacenar grandes reservas de gas, porque tienen un alto riesgo sísmico.

¿Puede la oposición interna anular el régimen de Putin?

Creo que sólo los oligarcas, un círculo de poder, pueden hacerlo. La oposición se silencia de manera violenta, las penas para los detenidos son enormes. Es noticia de hoy que para el conocido disidente Navalny, que ha regresado a su patria para aclarar su inocencia, los jueces han pedido incluso 15 años de cárcel. No creo que sean ellos los que a corto plazo están socavando al dictador.

¿Cuáles serán, a su juicio, los desarrollos militares de esta invasión? ¿Qué escenarios debemos imaginarnos?

Creo que sobre el terreno Rusia podría conquistar estratégicamente Ucrania en un mes. Pero luego hay que ver si pueden mantenerla. Es cierto que Putin no puede permitirse tener un Vietnam en casa. Y los americanos tienen el control del Espacio. La gran incógnita es el uso de la energía nuclear, que un dictador podría incluso decidir utilizar, sin consultar a nadie.

¿Quién es realmente filoruso en Italia y España? ¿No cree que en nuestros países se “esconden” partidarios de Putin?

En Italia es muy amplia, a diferencia de España, donde me parece que sólo Podemos tiene posiciones blandas de condena hacia la invasion de Rusia. Y el hecho de que estas personas sean, algunas, a la derecha es algo malo porque en aquella época la derecha iba a la plaza para los mártires de la libertad como Jan Palach que se opuso a la “normalización” de los tanques soviéticos y hoy en cambio justifican a un dictador como Putin. Han confundido al hombre “con autoritad” con el “autoritario”: son dos categorías diferentes. Y son peligrosos, porque de hecho constituyen un caballo de Troya en nuestro país. Fuertes de una cultura antiamericana que no es justificable, consideran a la OTAN y a Occidente como un enemigo. Pero ¿cómo es posible si tenemos valores comunes de libertad y democracia?

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