China, Myanmar, Irán, Vietnam y Bielorrusia. La clasificación del horror de los países menos libres en el tema de la prensa está hecha. Hay 533 periodistas encarcelados en el mundo (más del 13,4% respecto al año anterior) y 57 han perdido la vida en su trabajo (más del 18%). Aumentan en un 20% las profesionistas reclusas (78, es decir, el 14,6% del total frente al 7% de hace cinco años).
Entre los peores carceleros está Irán: en estos días la Guardia Revolucionaria ha arrestado a periodistas occidentales en Pardis, por las imágenes grabadas en el país donde las protestas masivas, reprimidas con sangre por el régimen, continúan desde hace meses. En China hay 110 periodistas en la cárcel, 62 en Maynmar, 47 en Irán (pero el número es todo para actualizar), 39 en Vietnam y 31 en Bielorrusia. Estimaciones por defecto.
“Nunca antes Rsf ha registrado un número tan elevado de colegas encarcelados”, dice el informe de la ONG Reporteros sin fronteras. “Poco más de un tercio de los periodistas detenidos han sido condenados, mientras que los demás (más del 60%) están en prisión sin haber sido juzgados”. Muchos periodistas han muerto este año en Ucrania. También México se distingue, como sucede desde hace muchos años, por el número de víctimas.