La bandera izada en el centro de la glorieta de la avenida de Andalucía debe retirarse. Ya estaba en los planes, pero esta vez para una tela particular y popular, ese arco iris que simboliza los derechos LGTBI, se movió un juez, después de una peticion de la asociación “Abogados Cristianos” que protestaban contra la infracción, a su juicio, de los principios de nautralidad y objetividad que son la base del ordenamiento. “Falta de interés público” a sostener esa bandera, así sentenció e impuso la remoción al Ayuntamento de Sevilla (que probablemente presentará alegaciones): “bandera no oficial, en sustitución de la bandera oficial de la Comunidad autónoma” en un espacio público.
Una decisión que suscitará polémica, especialmente en un país que, como ha demostrado una reciente encuesta, es muy sensible a estos temas. Es del 12% el porcentaje de españoles que no se sienten heterosexuales, más que los demás países europeos (a poca distancia está el 11% del Reino Unido y de Alemania). Es una encuesta encargada por el colectivo LGTBI+ con motivo del Día del Orgullo que ha afectado a 20.000 personas de 27 países. El 5% de los españoles dice ser gay, el 6% bisexual y el 1% atraído por todos los géneros. Frente a esto el 78% se declara heterosexual.
No sólo eso. La investigación también revela que la sensibilidad española hacia la homosexualidad es muy alta en comparación con otros países. El 60% respondió a las preguntas diciendo que salía con gente gay, el 77% estaba a favor de la adopción de niños por parejas no heterosexuales y el 76% estaba a favor del matrimonio homosexual. Además, uno de cada cinco declaró haber participado en las jornadas del Orgullo Gay, frente a una media mundial del 13%.